Frida

£330.00

40cm ancho x 50cm alto

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Este capazo es una ofrenda, un viaje alucinante a México y a su cultura más profunda. Una inmersión al Día de los Muertos y al legado de Frida Kahlo. Compuse una pieza de arte-moda que represente de forma teatral esta celebración, que nace desde la cultura indígena. Para los aztecas la muerte era solo esporádica, ya que las almas de los difuntos podían volver a visitar a los vivos. Las ofrendas tienen relación con la tierra, el agua, el aire y el fuego. Calaveritas de dulce, pan de muerto, copal (incienso para purificar el espacio), flores que brillan y alumbran el camino de las almas, así como la flor de terciopelo en rojo vibrante. El Día de los Muertos y Frida son inseparables en la cultura mexicana. Gran parte de su obra es, precisamente, una dualidad entre la vida y la muerte. En sus cuadros la vida se alimenta de la muerte, en un eterno ciclo vital. En la Casa Azul, donde vivió junto a su gran amor, el muralista Diego Rivera, hay una instalación creada ni más menos que por Jean Paul Gaultier, quien se inspiró en uno de los icónicos autorretratos que ella se realizó, llamado “La Mesa Herida”. Frida decía: “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

Capazo de paja tejido a mano y teñido dorado. Borde y asas tejidas a croché con lana robusta roja. Composición llena de simbología de la celebración del Día de los Muertos. Borlas de terciopelo con detalles diversos en plateado y dorado (mano metálica de Fátima y calaveras), más flores rojas hechas a mano pétalo por pétalo en distintos rojos. Bajo las asas, dos botones de flores rojas con centro calipso de resina. Carita pintada a mano con su pelo de flores de seda, aros de cascabeles, medallas y corazones. Dos juguetes hechos a mano con lana: un diablo rosa-rojo y una Catrina de pelo negro y pollera tejida a croché. La zona baja del capazo está tejida a croché con lana de terciopelo rojo. Charm con un corazón hecho a mano de paño lency bordado en diversos colores, flores y tiras de mostacillas. Finalmente, un gran racimo de pompones en pantone rosa.

Cada capazo se entrega en una bolsa que debe usarse para guardarlo después de cada uso. Esto ayuda a protegerlo de posibles daños y mantenerlo en buen estado. Es importante evitar exponer el capazo al sol cuando no se esté utilizando. La luz solar directa puede causar decoloración y deterioro del material.

No se debe sumergir al agua, ni tener contacto con la lluvia. Además es importante no cargarlo en exceso, ya que es una pieza delicada. La diseñadora Isabel Margarita Vial te atenderá personalmente si tu capazo necesita ser revisado o restaurado por tiempo indefinido. Para ello puedes escribirnos a través de nuestro formulario de contacto.